Esto me sucedio más o menos a media noche del Sábado

(Aproximadamente a la hora de las brujas)

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Al bajar la calle, el viento me sacudió una bofetada en ambas mejillas, arrastrando consigo, hojas, bolsas y cualquier cosa volátil. Eso incluían las velas (mocos) de mi nariz. Una noche espantosa para buscar calles removidas y revoloteadas por el viento. Aun así emprendí la busqueda sin brújula y sin más nociones que las que me daba la gente al preguntarles por la calle:

-¿Sabes donde esta la "Satanis Boheme"?

-Ni idea nunca lo he escuchado...

Asi seguí durante media hora, sin hallar con la calle que marcaba el pequeño callejero del azúcarillo... Hasta que una luz de una estrella, llamó a mis ojos. Cuatro sauces de un parque contemplaban mis pasos hasta el lugar.

Era en una plaza casi secreta, donde por cierto jamás he estado, donde una callejuela se le apetecio abrirse hasta esta pequeña plazuela sin salida. Allí pues, vi "Satanis Boheme." Y el viento dio la vuelta.