EL POZO MÄGICO
Sara todo los viernes y sábados corre al pozo de la suerte a pedir deseos. De rodillas llora abrazando al pozo pidiendo también algunas respuestas. ¿Por qué a mi? ¿Yo soy así? ¿Puedo cambiar?
-Juro que seré buena, tengo que parar esto... -Dice desde las entrañas mientras mira el reflejo ambarino de su rostro.
Pide al agua que quiere ser mejor persona, que quiere reír como antes, y dejar lo que es para ser lo que fue. Lo pide una y otra vez. Lo más que pide es volver con su novio y que su madre la perdone...
Descalza, y acostada en el pozo, se tranquiliza, confiando en que esta será la última vez que pida deseos. Mareada por el llanto, le cuesta incorporarse.
Abro la puerta y me la encuentro balanceandose, con una copa en la mano, esqueléticamente bella, me mira y sonríe. tropieza conmigo limpiándose la nariz.
En silencio entro a mear en sus deseos, no sin antes tirar de la cadena.
11 comentarios:
Una vez hubo en mi vida una Sara, que como la de tu historia también pedía dejar de aturdirse viernes y sábado, volver a reír, a dormir de noche y salir de día, también desgranaba palabras de buenos propósitos mientras vaciaba sus culpas en el pozo. Luego dormía hasta medía tarde, la otra media la pasaba con dolor de cabeza y el estómago revuelto y, cuando quería ponerse a pensar en cómo enfocar su vida para que tuviera más sentido, llegaba el lunes y empezaba de nuevo la rutina.
Hoy Sara ya no corre al pozo a pedir deseos, por fortuna, ha aprendido que la suerte no existe, que la suerte depende de lo que tú hagas. Qué cómo sea su vida depende de ella.
Es un excelente relato, con un final que da sentido a todo el cuento muy ingenioso.
Besos, mono.
El final es sorprenente. Duro, muy duro.
Besos.
Cada día mejor. Si señor. Me sigues sorprendiendo. La dureza de los últimos textos, ¿tiene algo que ver con la última etapa ya pasada?
Un abrazo.
Me ha encantado.
Abracitos.
Algunos deseos pueden llegar a cumplirse, por eso hay que tener cuidado con lo que se desea, y si esos deseos nos daran lo deseado o sólo se convertiran en una puerta que abre nuevos deseos. Primero curar y recuperarse, después... desear.
Hay que tener cuidado con lo que se desea, a veces se hace realidad. ¿Pero en ese deseo está lo buscado?
Los deseos nos pueden conducir a las puertas entornadas que al abrirlas nos hacen soñar nuevos deseos. Primero curar y recuperarse, que no es facil, después... desear
Huys!!
que relato más certero!
repleto de realidades...
de ansias... de sueños...
Besos!
es duro, lo sé, pero a veces es bueno que nos meen en los recuerdos, al menos así dejan de arder como zarza en el desierto de la memoria...
TESA:
me encanta tus comentarios Tesa, siempre amplias mi visión. A veces creo que encajamos.
La suerte...un tema que da para rato...
LUCÍA:
¿Duro?¿si? ...si creo que sí.
629:
Ojala que esa etapa no exista, aun estoy en proceso.
EDULCORADA:
¿Que tal? cómo vas que no cuentas nada.gracias por seguir siendo mi mona.
ADA:
La última frase una verdad como un templo.
CIELOAZUL encanto, hace tiempo que no te paso por tu reino...me lo habia prohibido yo mismo, era demasiado tentador...
Beauseant:
chapó por tu comentario. se mereces más lineas de tu puño.
No importa con qué agua se mezclan las lágrimas ni qué corriente se las lleva, no son aceite y uno solo conoce cada centímetro de las suyas...
¿Cuántas veces habrán meado mis deseos?
Gracias por traerme a tu rincón, sigo leyendo tus días.
Un beso.
¿En cuantos sitios habremos llorado y en cuantos sitios nos habremos tragado las lagrimas...?
Un gran microrelato.
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